A esta pareja poca falta le hacen los métodos artificiales para coger el sueño, o las medicinas para luchar contra el insomnio, porque tienen el remedio más infalible de todos: una buena sesión de porno anal cada tarde al caer el sol. Lo han cogido por rutina, y cada noche, después de cenar y darse una ducha, se encuentran en la cama como un reloj, dispuestos a follarse hasta caer rendidos, y entonces ella prepara su ojete para el asalto que su novio le tiene preparado, unas veces en plan cariñoso pero otras en plan bestial. Y ese es su mayor aliciente para que le guste el sexo anal, que nunca empieza ni acaba de la misma forma, porque el tío es todo un experimentado que nunca acomete la tarea de la misma manera, y sabe mantener la incertidumbre en la chica, que casi no puede resistir su impaciencia hasta la hora de la quedada. En fin, que con videos xxx, yo tampoco voy a tener problemas para dormir, jeje.