Coño, si es que tendría que estar prohibido que las madres siguieran siendo unas tías buenas, aunque pasen los años. Así solo se consigue que lleguen a ser unas maduras sexys y atractivas, y que a los jovencitos les surjan ciertas tentaciones con ellas. Lo malo es que, a lo peor, una de estas señoras mayores sea de la propia familia; y a lo mejor, que sea la madre de un amigo, su mejor amigo. Esto le pasó a este chico, y qué quieres que te diga, lo comprendo perfectamente si anda con la polla dura detrás de esta rubia tetona. Que sí, era un mal rollo querer follarte a la tía que parió a tu colega, pero… ¿cómo resistirse a sus encantos? Estaba loco por follar su coño, y por verla tragarse todo su lefa caliente.