Por casualidades del destino a esta jovencita se le presentó una oportunidad única, la de hacer un casting porno a cambio de una suculenta cantidad de dinero. Cuando al principio le hicieron la proposición deshonesta ella pensó que era una broma y no paraba de reírse, hasta que entendió que aquello era muy serio y que tan solo tenía que decidirse. Por suerte para nosotros hizo lo correcto porque gracias a su decisión nos haremos una paja a su salud. Vale, estaba delgadita y apenas tenía tetas, pero era una perra viciosa que en cuanto abrió las piernas le dijo a los chicos que podían elegir entre culo o coño.