Hace unos días mi esposa me comentó que la vecina debía ser una guarra de cuidado, porque la escuchó gritar como una posesa mientras claramente estaba teniendo sexo. Criticaba que estuvo horas así, que el maromo que la jodía debía tener una resistencia bestial. Yo le di la razón en todo, porque no le podía decir que yo era el amante de la vecina xxx. Y es cierto que la muy cerda es muy fogosa y muy escandalosa cuando follamos; eso a mí me pone muy cachondo, tengo que decirlo. Así que de ahora en adelante tendré que decirle a la rubia caliente que no grite tanto, porque mi esposa va a terminar por pillarnos en plena infidelidad.