Qué bonito es eso de hacer cosas juntas entre madre y hija, aunque sea en plan degenerado como el caso de estas dos. Bien es cierto que no es muy ortodoxo eso de montar una orgía con varios maromos y compartirlos. Pero ¿qué más da, si tanto la madura como la jovencita disfrutan a tope? No todos los días tienen la suerte de follar a pelo con varios negros, aunque si son blancos tampoco hay que despreciarlos. Y con estas dos tías cachondas tan entregadas, los maromos no pueden contener sus corridas. Aunque estas putas, aficionadas a los creampies en sus coños, están encantadas.