Ya se veía venir que este tío no iba a poder mantener la atención demasiado tiempo en otra cosa que no fuera su joven secretaria. Al principio incluso pensó que sería una becaria, pero la realidad es que a guapa veinteañera ya tenía años de experiencia, ¡era toda una superdotada! Y no solo por su mente, su cuerpo era también un capítulo aparte, sexy y atractivo, sin contar que ella se sacaba todo el partido posible. Así tenía al jefe totalmente embobado con sus encantos, y con la polla empalmada deseando meterse en sus bragas. Y eso no tardó en pasar, ella lo propició porque también deseaba probar la polla del jefe en su boca.