Ser el asistente de esta morena milf ha resultado ser más complicado de lo que pensó en un principio… y mucho más excitante. Resulta que un día se presentó en el despacho, y lo hizo llamar para decirle que a partir de entonces cada día tendrían que tener una sesión de sexo anal. Al parecer el marido de la jefa xxx era un inútil, o no lo ponía cachondo, o a saber qué; la cuestión es que sus folladas de culo no eran satisfactorias. Así que la muy guarra no lo pensó, se acordó de su joven secretario, que seguro tenía una polla potente y estaría encantado de joder su culo maduro. Y si no… no importaba, le haría un contrato y le obligaría a cumplir la claúsula.