No veas qué bien se lo ha montado este enfermero, haciéndose pasar por un ginecólogo en el hospital donde trabaja. Bien sabe él que se va a meter en un lío si lo pillan, aunque cuando tiene a las pacientes con las piernas abiertas y el coño al aire, solo puede pensar en que vale la pena.  Sobre todo si aparece por la consulta una chica tailandesa, en un principio bastante inocente e ignorante de lo que pasaba; sin embargo, pronto se despabiló, y cooperó en este engaño sin importarle si lo era. Porque lo único que ella quería era correrse gracias a las masturbaciones y la follada de este médico.