Después de un matrimonio largo y aburrido, esta divorciada latina había olvidado lo que era correrse a gusto. Por suerte, conoció en un after a este negro, congenieron, y acabó por irse a su casa. Imaginaba que este tío de polla enorme la iba a hacer disfrutar; y él sabía que la latina cachonda lo ponía muy caliente con sus tetas gordas. La verdad es que la madura obesa se movía como si tuviera veinte años, y veinte kilos menos también. Y fue una gozada verla correrse a chorros mientras él no dejaba de follarle el culo como un poseso.