Se ve que eso de irse de despedida de soltera y contratar un boy que se mira pero no se toca es algo pasado de moda; ahora, estas salidas a punto de despedir la soltería quieren pillar cacho antes de que llegue su gran día, y claro, los strippers no tienen más remedio que darle al público lo que quieran. Aunque muchas veces ese público son como perras calientes que no dejan de exigir su cacho de carne, por lo que estas fiestas de mujeres se convierten en verdaderas orgías de sexo en vivo, donde las chicas borrachas y muy excitadas acaban comportándose como unas putas calentorras, por mucho que en su día a día se comporten como mujeres recatadas.