Cuando alguien te oculta algo se suele notar bastante, tiene que ser muy buen actor o actriz para estar ocultando una mentira durante años y lo normal es que al final descubras todo el pastel. El hijastro de esta madura tetona sabía que ocultaba algo y no paraba de preguntarle por qué a veces se ponía tan rara. Ella obviamente no quería descubrir sus cartas pero ante la insistencia del chico no le quedó más remedio que confesar: era una puta zorra ninfómana adicta al sexo y ese comportamiento extraño se debía a que cada dos por tres se ponía cachonda. Una vez confesada la verdad ya no había barreras para dejarse llevar…