Qué bien querer superarse y aprender informática pasados los cuarenta, ha debido pensar el marido de esta milf de tetas grandes. Por lo tanto, no ha puesto impedimentos en que un profesor particular enseñe a su mujer los secretos de la programación. Sólo un detalle, y es que su esposa hay algo en lo que ya es superior, y es en ser una zorra viciosa que ha aprovechado la ocasión para ser infiel. Pues sí, el marido ha pagado las clases, y además sus propios cuerno, porque con las pajas cubanas que la puta casada hace con sus tetazas, ¿quién iba a resistirse?