A la mierda las fiestas y las reuniones familiares, no hay nada mejor que quedarse en casa cuando llega Nochevieja. Cada vez que lo dice, sus colegas y parientes reniegan de él, sin comprender cómo no quiere celebrar el cambio de año como se hace tradicionalmente. Pero claro, seguramente ellos no tienen en casa una zorra que hace comidas de polla espectaculares, igual que su mujer. Y es que es una gozada que una vez dadas las campanadas, su esposa cachonda se arrodille ante él y le haga una felación de primera; y que con su corrida en la boca, se limpie el sabor a uva y champán.