Durante una celebración familiar, esta zorra milf y el hermano de su marido se han ido a un salón auxiliar, para escapar un poco del ruido. Bueno, eso él, porque ella claramente ha ido a putear, y convertirse de esta manera en una casada infiel. Tenía muchas ganas de echar una cana al aire, y su cuñado es lo más cerca que se ha encontrado de otro tío medianamente aceptable. Así que sin hacer ruido, pero con el morbo de que les puedan hacer una pillada, se han puesto a follar en el sofá. El tío todavía alucina por estar con la polla metida en el coño de su cuñada, pero oye, eso no le impide acabar corriéndose en su boca.