Cuando ya lleva más de un año saliendo con su nuevo, a sus amigas les da por preguntarle por qué sigue con él; y esta chica morena siempre les confiesa que es adicta a su polla enorme. No es muy romántico, desde luego, pero las cosas son como son, por mucho que la haga parecer una zorra viciosa. Nada más verlo aparecer ya lo quiere con los pantalones bajados, queriendo meterse en la boca esa verga gorda. Y él siempre le responde con una buena follada, tal y como debe ser, aunque cuesta algún trabajo meter esa tranca dentro de su coño estrecho.